¿Qué significa ser bipolar?
3/30/20253 min read
¿Qué te viene a la cabeza cuando escuchas “trastorno bipolar”? ¿Crees que es una enfermedad? ¿Es más bien un mero cambio de humor? ¿Podríamos decir que cualquier persona que pase de reír a llorar, o se enfade repentinamente, es bipolar?
La importancia de desmitificar el trastorno bipolar
A pesar de que se utilice de forma popular con demasiada frecuencia, lo cierto es que la mayor parte de la gente no comprende su verdadero significado. Por ello es fundamental concienciar acerca de este trastorno para evitar un uso inadecuado: no se trata de un simple cambio de humor, sino de una enfermedad que ocasiona importantes limitaciones en la vida de la persona si no recibe el tratamiento oportuno. Hablemos un poco más detalladamente acerca de ello.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar (TB) es un cuadro psicopatológico que se caracteriza por la afectación de los mecanismos de regulación del estado de ánimo, lo que provoca dificultades no solo a nivel emocional, sino en relación con los pensamientos, la manera de comportarse y el funcionamiento en general.
Para definir el trastorno bipolar es fundamental tener en cuenta los tipos de episodios anímicos:
Los episodios maníacos son períodos de tiempo en los que la persona se encuentra con una emocionalidad notablemente alta. Por ejemplo, puede sentirse eufórica o extremadamente sensible o irritable; puede creerse especialmente importante o poderosa, sintiendo que puede hacer lo que desea sin ningún obstáculo; puede pensar, hablar o actuar mucho más rápido de lo habitual; es capaz de mantenerse mucho tiempo sin dormir, realizar actividades potencialmente peligrosas sin ser consciente del riesgo que entrañan; pueden presentar síntomas psicóticos… Estos síntomas están presentes al menos durante siete días y son graves, pudiendo requerir la hospitalización de la persona.
Los episodios hipomaníacos, por definirlos brevemente, presentan sintomatología muy similar a los episodios maníacos, aunque suelen ser de menor intensidad y gravedad, no suponiendo una afectación tan relevante para el funcionamiento en la vida cotidiana ni requiriendo hospitalización. En estos episodios los síntomas suelen tener una duración de al menos cuatro días.
Los episodios depresivos, por el contrario, se caracterizan por un emocionalidad baja. Por ejemplo, la persona puede sentirse triste, decaída o apática; suele perder el interés y el disfrute por las actividades que tiende a realizar; puede tener problemas para dormir, concentrarse, mantener una conversación o tomar decisiones; tiende a sentirse sin esperanza, culpable, inútil… e incluso llegar a pensar o intentar quitarse la vida. Para considerarse un episodio depresivo, los síntomas han de estar presentes al menos dos semanas.
El estado de ánimo normal (o eutimia) implica estabilidad, ausencia de síntomas de manía o depresión y, en definitiva, el funcionamiento habitual de la persona cuando no se encuentra en ninguno de los episodios anteriores.
En general, podríamos decir que el trastorno bipolar se define por la alternancia de los tipos de períodos anímicos que acabamos de describir: por definición, se trataría de la ocurrencia de episodios maníacos y depresivos separados por períodos de estado de ánimo normal. En cualquier caso, como veremos más adelante, este trastorno también puede aparecer formado solo por episodios maníacos (es decir, sin episodios depresivos).
Tipos de trastorno bipolar
Teniendo en cuenta los períodos anímicos descritos, podemos destacar los siguientes tipos de trastorno bipolar:
El trastorno bipolar tipo I, que se caracteriza por la presencia de episodios maníacos. Además, aunque no es un requisito indispensable para el diagnóstico, también pueden aparecer períodos hipomaníacos o depresivos. De hecho, en la mayoría de los casos se suele observar la alternancia entre manía y depresión.
El trastorno bipolar tipo II, a diferencia del anterior, se define por la presencia de episodios hipomaníacos y depresivos, no existiendo por tanto manía.
El trastorno ciclotímico es muy similar al anterior, dado que la persona presenta síntomas de hipomanía y de depresión, pero no de manera tan intensa y/o duradera como para poder considerarse episodios. Para diagnosticar este trastorno se requieren al menos dos años en los que hayan aparecido varios períodos con sintomatología.
30 de marzo: Día Mundial del Trastorno Bipolar
Hoy, día 30 de marzo, se conmemora el día mundial de este trastorno para concienciar sobre su relevancia y romper los mitos asociados. ¿Por qué se ha elegido esta fecha? Porque este día se recuerda el nacimiento de Vincent Van Gogh, diagnosticado con esta psicopatología.


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