Relax...
8/13/20254 min read
Y a ti, ¿qué te relaja?
Cada 15 de agosto se conmemora el Día mundial de la relajación. El hecho de que coincida con el período vacacional de muchas personas, o al menos con una época del año en la que posiblemente dispongamos de más tiempo libre, podría facilitar la puesta en marcha de rutinas que faciliten un mayor estado de relajación o contribuyan a un menor nivel de estrés.
Algunas personas admiten que necesitan encontrarse en un lugar específico, como podría ser la playa, un paisaje paradisíaco o un spa, para sentirse relajadas. Otras personas, en cambio, dicen requerir actividades concretas, como darse un baño de espuma, caminar por el campo o practicar su afición preferida. Sin embargo, es muy probable que no tengamos acceso a tales lugares o actividades en nuestro día a día, de ahí que resulte conveniente encontrar otras maneras de relajarnos.
La importancia de la relajación
Seguramente seas consciente de las repercusiones que el estrés de la rutina actual provoca en nuestro bienestar físico y psicológico. Por este motivo, cada año se celebra el día mundial de la relajación, que pretende fomentar la instauración de hábitos diarios que permitan la desconexión y un mayor orden mental. A pesar de que parezca de sentido común, lo cierto es que en la realidad nos encontramos con grandes dificultades para llevar a cabo acciones que conduzcan a ese objetivo.
Uno de los puntos más importantes que debemos contemplar si deseamos caminar en esa dirección tiene que ver con nuestra capacidad de separar los diferentes ámbitos vitales, conectándonos con el área en el que nos encontramos en cada momento y desconectándonos, por tanto, del resto de áreas. Algunos ejemplos de esta cuestión tienen que ver con establecer límites entre el trabajo y el tiempo personal, reducir el uso de las tecnologías para vivir con mayor plenitud cada momento o destinar períodos de tiempo específicos para realizar una tarea de cada vez.
Hilado con el punto anterior se encuentra la capacidad para organizar el tiempo del que disponemos, teniendo en cuenta que la falta de tiempo libre suele ser uno de los principales obstáculos para mantener una vida más sosegada. En este sentido, cabe reseñar que no se requieren períodos de una o dos horas para realizar una actividad que nos permita relajarnos, algo que quizá resulte complejo en el día a día. Al contrario, con disponer de apenas diez minutos al día podría ser suficiente, siempre que esos minutos se conviertan en un hábito más.
¿Sabes qué tipo de cosas podrías hacer para relajarte? La respuesta a esta pregunta es totalmente personal, aunque en ocasiones hay quienes ni siquiera son capaces de dar respuesta alguna, siendo conveniente en estos casos comenzar por explorar opciones: probar algunas actividades y observar sus efectos para escoger aquellas que proporcionen mayor bienestar, doten de cierta sensación de realización y otorguen un disfrute sano.
En el caso de que formes parte del grupo de personas que aún no disponen de su truco de relajación, te proponemos algunas ideas:
Ejercicios de estiramientos sencillos o movilidad corporal, a través de algún profesional en la materia o, si no es posible, vídeos de internet.
Meditaciones guiadas, donde se conecta con cualquier tipo de contenido interno o externo: sensaciones corporales, estímulos del entorno, emociones o preocupaciones propias…
Actividades manuales que impliquen concentración, con la vista situada en el desarrollo de la actividad más que en su resultado, como pintar, hacer manualidades, escribir, etc. Es importante mantener la atención fijada en la tarea durante el tiempo que se esté realizando.
Mindfulness. Buscando la atención plena al momento presente, al aquí y al ahora, el conocido como mindfulness informal pretende que nos sumerjamos por completo en la actividad que estamos desarrollando, sea cual sea. Poniendo el ejemplo de darse una ducha, consistiría en sentir el agua sobre la piel, fijarse en el olor del gel o centrarse en el sonido que todo ello genera. Este ejercicio puede realizarse en cualquier momento del día.
Contacto con la naturaleza. Independientemente de si dispones de un lugar natural a tu alcance o simplemente un pequeño parque cercano a tu casa, conectar con los componentes del mismo te puede ayudar a rebajar el nivel de activación.
Relajaciones formales. Existe una gran variedad de ejercicios de relajación que pueden ayudar a las personas a relajarse. Sin embargo, no dejan de ser un recurso más, no siendo la opción más adecuada para todo el mundo.
¿Por dónde querrías comenzar?
Tanto si contabas con alguna idea como si te animas a probar alguna de las propuestas que acabas de consultar, recuerda que se trata de instaurar un pequeño hábito que pueda dar lugar a lo que muchos llaman “mi momento del día”. Se trata de rebajar revoluciones, de encontrar un pequeño hueco en el que puedas detener la rapidez de la rutina y conectar contigo. Se trata de constancia, de mirar durante un rato hacia ti y mejorar el cuidado de tu salud mental.
Como siempre, si necesitas ayuda para llevarlo a cabo, no dudes en consultar con nuestro equipo.


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